jueves, 7 de junio de 2012

La Isla.

No os lo vais a creer queridos documentos de Word (Lo se, hace tiempo que no escribía, debería haberos llamado, o algo)  pero necesito ayuda, o, como ha dicho un amigo hoy, necesito ¨verbalizar¨ lo que me ocurre.

No se como explicarlo, pero lo voy a intentar.  Un día, en un momento determinado en un pub, me obsesioné con una canción y no pude encontrarla. Fue escucharla y sentir algo extraño, y pensé que era el momento, que me pillaba algo mas baja de defensas de lo habitual para fijarme en ese tipo de canción,  que yo hubiera llamado de estribillo pastillero.

El caso es que, por una sucesión imposible y absurda he acabado escuchándola en internet. Me he dicho, como cuando ves a una persona en la que llevas pensando varias semanas ¨Vaya! Tu por aquí!¨

El problema es que ahora tengo la impresión de que tanta casualidad intenta decirme algo. Siempre he pensado que el azar es el primo sin estudios de la probabilidad, y a mi los estudios me han demostrado que en la práctica mas estricta no sirven para nada.

Y mira tu. Yo. Que no creo en nada. O precisamente por eso.

A lo mejor la melodía me recuerda algo, hace poco leí algo sobre la memoria musical. Puede que calcule la probabilidad total de haberla encontrado y no sea tan baja. Puede que se me este saltando la cuerda por el ritmo de vida que llevo últimamente y me haya dado, al fin, por rendirme a mis alter-alter.

Al menos aún me queda el suficiente raciocinio como para saber que, si bien, lo que me ha ocurrido es extraño, estoy reaccionando de una manera extrañísima.

Yo siempre un paso por delante de las manías.

También me recuerda a ese ¨algo¨ que pueda tener alguien. Varios alguienes pero con el mismo algo. Como una forma del ser, pequeñita y escondida en algún lugar detrás de los ojos, en la voz, en los gestos, o en las sonrisas. Ese  ¨algo¨ que unas pocas personas tienen en común pero que convergen en la mente de un tercero (yo) dándoles una uniformidad y un sentido.

Que bien me explico a estas horas, caray.